lunes, 18 de mayo de 2015

La pelota está de más

El sábado se dio a conocer la sanción a Boca. En una resolución de cinco puntos, el más sobresaliente es el que termina decretando la eliminación del club de la rivera de la Copa. En un castigo que la Conmebol demoró demasiado tiempo en dar a conocer, casi tanto como demoró en suspender el partido, se estableció que sea River quién pase de ronda.

Mucho se escribió desde los distintos medios de prensa sobre lo ocurrido en la bombonera el pasado jueves. El periodismo, en masa, salió a embestir duramente contra los hinchas que ocasionaron los distintos incidentes. Desde el atril levantaron el dedo acusador, castigando sin piedad, y mostrando -como siempre ocurre en estos casos- la supuesta moralidad que ellos pregonan. Los periodistas, los reyes de la hipocresía, castigando como si fueran los reyes de la moral.

Se podría hablar de la violencia en el fútbol durante horas, podrían escribirse libros enteros al respecto. Los vínculos de la barra con los distintos sectores políticos, con los dirigentes, el rol del periodismo, etc. También cabría mencionar la violencia del hincha no barra, del que no va por la plata, de aquellos que, por tomar el ejemplo del partido del jueves, se quedaron dos horas en una platea (¿no trabajan al otro día?) para revolear algo a algún jugador del equipo rival.

Yo podría dedicar estas lineas, que dudo que sean más de un par los que se dediquen a leerlas, a dar una reflexión sobre los hechos del partido del jueves, y de los episodios de violencia que se vienen sucediendo. Pero prefiero reflexionar sobre un tema que en algún punto roza tangencialmente, y en otro puntos atraviesa a la problemática de la violencia.

Hacia dos tipos de violencia.

No es que haya hecho un análisis sociológico pues solo soy un "nn" que opina desde un sillón en su casa. Más bien podría plantearse esto que digo como una hipótesis, como una observación que hago de ver y haber visto fútbol a lo largo de los años, pero teniendo ese algo una necesidad de validarse. A la luz de los hechos, pareciera que hubiera dos tipos de violencia: 1) la violencia de la barra, que tiene por finalidad el mantenimiento de un negocio detrás, lo que ya no es por los colores como era antes, y llega al punto que la violencia se manifiesta de manera interna en la tribuna, entre los propios "hinchas" -si se les puede decir asi- del mismo equipo; y 2) la violencia de hinchas que están por fuera de la estructura de la barra, aunque a veces incluya a personas que lo están, que responden a la lógica de la cultura del aguante.

El primero de los casos supone un problema grave, por que es el que entremezcla la política y la dirigencia con los hechos de violencia. Solo para recordar esto podría mencionar que en 2009 el estado argentino promovió la ONG "Hinchadas Unidas Argentinas", una organización de barras para ir al mundial de Sudafrica en 2010, que un documental español graficó lisa y llanamente los vinculos entre Stornelli (jefe de seguridad de Boca, ex ministro de Scioli y, según dicen, amigo de Macri) y Rafael Di Zeo (ver aca) o los vínculos de Hugo Moyano y la barra del club que ahora preside, aún desde los tiempos en que Javier Cantero era el que manejaba las riendas de la institución de avellaneda.(1). También vale recordar las palabras que la presidenta de la Nación realizó sobre las barras (https://www.youtube.com/watch?v=1_ZvCZeDm0o), o que en un partido de la Copa América de 2011 que jugó la selección Argentina se desplegó un telón que decía "Francisco De Narvaez". O si vamos a los clubes de La Plata, podemos traer a colación que en una protestas de taxistas, que terminó en una batalla campal, fueron participe de los incidentes barras de Gimnasia y Estudiantes (incluso un barra de Gimnasia salió fotografiado en la edición de "El dia").(2)

Podría seguir enumerando episodios que exponen los vínculos, pero creo que no tendría demasiado sentido. Lo único que puedo plantear como reflexión frente a esto es: Brindar seguridad es una función del estado, en sus distintos estamentos: Nación, Provincia, la CABA y los municipios, ya sea en su poder ejecutivo (a cargo de las fuerzas represivas), como legislativo (dando marcos normativos) y judicial (en la parte de investigación y aplicación de las leyes). Pero si quienes deben encargarse de combatir a la violencia se vinculan estrechamente con los barras difícilmente le pongan límites ¿cuantos son los barras que están presos por episodios de violencia?

Respecto del segundo tipo de violencia, creo que responde a la cultura del aguante, a cierto tipo de valores de los individuos y también muchas veces impulsados por una exacerbación de la pasión a niveles críticos. Y aquí creo que los medios juegan un rol determinante.

El discurso y el rol de los medios.

Como punto de partida creo que puedo decir que  hay algo que sobra en el fútbol y ese algo es la pelota. Aunque parezca contradictorio, el fútbol en el fútbol es secundario. Lo que importa es ganar, como sea. No importa si hay que drogar rivales, pisarlos, comprar al referís o lo que haya que hacer. Claro, eso siempre que sea a favor nuestro; que los contrarios no tengan la inmoralidad de hacer lo que hacemos nosotros, porque eso sería una estafa.

Se ha rendido tanto culto a la victoria que ya no importa que es lo que ganar significa. No se trata de ser mejor, se trata de tener éxito, de no ser un fracasado, de que no te humillen los demás, y eso solo se da ganando. Aunque sea un partido de lucha grecorromana dentro de un campo de juego, si ganamos somos los mejores, los exitosos y podemos humillar al resto. Si perdemos, seremos humillados y ¡por dios! ¿quien quiere ser humillado?


Se ha fusionado tanto la lógica de que el éxito está en el triunfo, a la par que se ha exacerbado tanto el exitismo, que ya se llegó al punto que ganar ni siquiera importa por el hecho de ganar en si, sino en cuanto nos da derecho de humillar a los perdedores, a los fracasados que no han ganado. Creo que esto podría graficar un poco lo que intento decir: http://canchallena.lanacion.com.ar/1793640-con-el-pase-a-cuartos-los-jugadores-de-river-enviaron-un-mensaje-para-boca-dos-veces-en-seis-meses. No olvidemos, a Brasil fuimos a ganar el mundial, pero más aún fuimos a que nos digan que se siente. Y creo que más de uno habrá disfrutado más los siete goles de Alemania que el subcampeonato de Argentina (y lo digo siendo alguien que es bastante crítico del nivel fútbolistico que dejó la selección, más allá de los resultados).

Y los medios no son ajenos a está lógica. Por ejemplo, en una nota que escribe un periodista de River para Olé, el día del partido, dice "Nos tocará esta vez a nosotros? Ya los eliminamos hace poquito en casa, pero nos falta esta alegría. Dejarlos afuera en la mítica Bombonera"(3) No se trata ya de clasificar uno, del triunfo propio, sino de la derrota ajena, de dejar afuera al rival. Pero más alla de esas palabras, yo pregunto ¿cuantas tapas de Olé no han sido una cargada para otro equipos? Cuando Banfield salió campeón, Olé tituló "Lanushhh"(4), y en la previa del clásico jugado el año pasado el mismo diario metió una tapa con Roberto Passuci, sosteniendo un cartel que dice "Yo no me fui a la b" como respuesta a una tapa del día anterior con Teófilo Gutierrez(5).

Podríamos revisar tapa por tapa del diario porteño, y algunos dirán que es un diario amarillista. No le faltará la razón, pero hay que considerar que quienes llevan adelante ese medio gráfico también están en programas de fútbol de televisión nacional o en programas radiales deportivos que llegan a todo el país.
Además, si a esta idea de que lo que importa ya ni siquiera es ganar, sino hacer perder al otro para poder humillarlo, lo entrecruzamos con esa jerga de guerra y con una necesidad de construir un espectáculo épico, donde cada partido es más una batalla del bien contra el mal por el apocalipsis final, donde cada partido es a todo o nada, donde hay que "dejar la vida", pareciera que la gente, más que ir a ver un partido de fútbol, va a los estadios a ver algo que se asemeje a la trilogía "El señor de los anillos" y sus enormes combates de ejercitos multitudinarios. En todo esto, la pelota está de más.

El ruso Verea, en una nota con Jorge Lanata en Radio Mitre, al día siguiente del partido, lo expresó perfectamente: "(...) Estas últimas dos semanas se hablo de `La madre de la gran batalla´, se hablo de `¿el queda fuera como sigue?´ ¡¿como, como sigue?! ¿Que carajo hacemos con 100 años de historia de cada Club?¿porque quedas afuera de una copa? (...) Hemos hecho cualquier cosa en pos de la busqueda de un resultado menos intentar jugar mejor. Porque el como no importa ¿el como no importa? ¿a que carajo vamos a la cancha? A la fiesta, se nos cagó la fiesta."(6)

El día del partido, la tapa del Diario Popular puso de título "Máxima Tensión" y en la misma tapa escribió "En un duelo a todo o nada donde uno festejará y otro se despedirá de la Copa".(7). El gráfico tituló su tapa como "La madre de las batallas"(8). Eso por citar algunos ejemplos.

Sin embargo, no se trata de un fenomeno nuevo. Ya en su libro "Burguesía y gansterismo en el deporte" (escrito en 1974) Dante Panzeri advertía este fenomenos: "La alienación futbolistica argentina se pulsa en las transmisiones radiales. Argentina (o quizá mas exactamente Buenos Aires) habla gritando. El fútbol llevado a la oratoria es lo mismo. Un grito. Quien no grita no es emocionante. Quien no estire la palabra "goooooooolll" agotando todas las oes que se hayan fabricado, no es brillante. Así se llega a hacer del fútbol por radio o televisión una transmisión semejante a la de un incendio que devora un hotel donde han quedado encerradas mil madres con tres hijos pequeños cada una, o un terremooto en el momento de tragarse la tierra a todos los edificios. (...) De ese concierto de gritos en el que la alegría es dramática y la tristeza es cómica, rasgo muy tanguero de la vida, surgen unas emanaciones anestesiantes de los cerebros que los reciben, al mismo tiempo que afloran una vacuna colectiva precisamente antagónica de la que se suministra en las campañas antirrabicas: la encargada de transmitir rabia a los seres humanos. Con esa vacuna se vive y siente el fútbol"(9)

Conclusión

Creo que hay dos tipos de violencia. Uno que no se puede combatir, porque es sistémica. Y otro que responde más a un entrecruzamiento de ciertos valores vinculados al éxito y a la necesidad de ser superior al resto, con una lógica de épica y de batalla llevada a cada partido. Pareciera que el segundo caso es más una distorción de lo que es el sentimiento legítimo de los hinchas por sus clubes y de la sana cargada que pueda haber con un hincha de otro club. Exacerbando la pasión, vinculando el éxito y el fracaso a ganar o perder, se termina enfermando lo que en el principio era un sano sentimiento. Esto es impulsado por los medios de comunicación, pero no es ingenuo o casual, en absoluto. Responde a la lógica del negocio del fútbol ¿cuantas veces se ha dicho que en el fútbol se administran pasiones? Y cito nuevamente a Panzeri: "Pero a diferencia de los negocios en general, el del fútbol es un negocio que sin perjuicio de apuntar al dinero tiene que apuntar antes -para ser negocio- a la materia prima, fundamental, del antidinero, que es el fervor, el hinchismo, la pasión, el sentimiento, elementos éstos sin los cuales no puede haber negocio.".(10)

La única conclusión a la que arribo en todo este lío, sea que lo único que importa es la fiesta y el humillar al rival convertido en enemigo, por encima de la satisfacción de la victoria propia, sea que el tablon represente una posición necesaria para sostener un negocio detrás; lo único claro es que en el mundo del fútbol está sobrando algo, y ese algo es la pelota.
     

(1) "La relación de los Moyano con la barra del rojo" 24CON. También es dificil pensar que, más allá de la bronca que pudieran tener los hinchas del Independiente por el descenso de su club, la interrupción de la asamblea de representantes ocurrida en el año 2013 fue algo espontáneo (https://www.youtube.com/watch?v=fGfK78frFLI).
(2) "Taxistas dicen que fue una emboscada" InfoPlatense, 14 de Febrero de 2013. Pocos días después hubo un muerto en la puerta del zoológico por una interna de la hincha de Gimnasia, que nunca más se supo en que quedó ("Una pelea entre barras de Gimnasia dejó un muerto" It10digital.com.ar, 3 de Marzo de 2013).
(3) "La hora de copar la bombonera" Olé, jueves 14 de Mayo de 2015.
(7) Diario popular, superdeportivo, 14 de Mayo de 2015. 
(8) El gráfico, jueves 14 de mayo de 2015
(9) "Burgesuía y gangsterismo en el deporte", Dante Panzeri, 1ra Ed. Pag. 58 y 59.
(10) Burgesuía y gangsterismo en el deporte", Dante Panzeri, 1ra Ed. Pag. 109

No hay comentarios:

Publicar un comentario