domingo, 29 de noviembre de 2015

Farenheit 451

Temperatura a la que se enciende el papel, y arde...

"Casi nunca miro la televisión mural, ni voy a las carreras, ni a los parques de diversiones. Me sobra tiempo para pensar cosas raras".
"Somos demasiados, pensó. Somos billones, y eso es demasiado. Nadie conoce a nadie. Gente extraña se te mete en tu casa. Gente extraña te arranca el corazón. Gente extraña te saca la sangre"

"Cuando dije algo de la luna, usted miró la luna, anoche. Los otros nunca harían eso. Los otros seguirían su camino y me dejarían hablando. O me amenazarían. Nadie tiene tiempo para nadie".

-(...)¿Y sabe una cosa?
- ¿Qué?
- La gente no habla de nada.
- Oh, tienen que hablar de algo.
- No, no, de nada. Citan automóviles, ropas, piscinas, y dicen ¡que bien! Pero siempre repiten lo mismo, y nadie dice nada diferente.

"En medio de aquella agitación y fervor, Montag sólo pudo leer una línea, pero que quedó fulgurando en su mente como si se la hubiesen estampado a fuego. El tiempo se ha dormido a la luz de la tarde."

"Del jardín de infantes al colegio, y de vuelta al jardín de infantes. Ese ha sido el desarrollo espiritual del hombre durante los últimos cinco siglos."

"La vida es lo inmediato, sólo el trabajo importa. Divertirse, si, pero después de las horas de trabajo. ¿Porque aprender algo salvo apretar botones, dar vuelta llaves, ajustar tornillos y tuercas?".

"Recuerdas seguramente a un compañero de escuela excepcionalmente brillante, que recitaba lecciones y respondía a las preguntas mientras los demás lo miraban con odio, inmóviles como estatuas de plomo. ¿Y no era este compañero brillante el que golpeabais y torturabais al salir de la escuela? Claro que si. No nacemos libres e iguales, como dice la Constitución, nos hacemos iguales."

"Todo hombre es la imagen de todos los demás, y todos somos así igualmente felices. No hay montañas sobrecogedoras que puedan empequeñecernos".

"Un libro, en manos de un vecino, es un arma cargada"

"Y así, cuando las casas de todo el mundo fueron incombustibles (...) no se necesitaron bomberos para cumplir su antigua función. Se les dio otro trabajo, el de custodios de la paz de nuestras mentes, el centro de nuestro incomprensible y recto temor a ser inferiores."

"¿Que queremos en este país, por encima de todo? Ser felices, ¿no es verdad? ¿No lo has oído centenares de veces? Quiero ser feliz, dicen todos. Bueno, ¿no lo son? ¿No los entretenemos, no les proporcionamos diversiones? Para eso vivimos ¿no es así? Para el placer, para la excitación. Y debes admitir que nuestra civilización ofrece ambas cosas, y en abundancia."

"¿A la gente de color no le gusta El negrito Sambo? Quémalo. ¿Los blancos se sienten incómodos con La cabaña del tío Tom? Quémalo. ¿Alguien escribió una obra acerca del tabaco y el cáncer pulmonar? ¿Los fumadores están afligidos? Quema la obra. Serenidad Montag. Paz, Montag. Afuera los conflictos. Mejor aún, al incinerador." 

"No quería saber cómo se hacen las cosas, sino por qué. Esto puede resultar embarazoso. Uno empieza con los porqués, y termina siendo realmente un desgraciado."

"Si no quieres que un hombre sea políticamente un desgraciado, no lo preocupes mostrándole dos aspectos de una misma cuestión. Muéstrale uno".

"Llénalos de noticias incombustibles. Sentirán que la información los ahoga, pero se creerán inteligentes. Les parecerá que están pensando, tendrán una sensación de movimiento sin moverse. Y serán felices, pues los hechos de esa especie no cambian. No les des materias resbaladizas, como filosofía o psicología, que engendran hombres melancólicos."

"El que pueda instalar en su casa una pared de TV, y hoy cualquiera puede hacerlo, es más feliz que aquel que pretende medir el universo, o reducirlo a una ecuación. Las medidas y ecuaciones, cuando refieren al universo, dan sensación de inferioridad y soledad". 

"¿Qué necesitamos entonces? Más reuniones y clubes, acróbatas y magos, automóviles de reacción, helicópteros, sexo y heroína. Todo lo que pueda hacerse con reflejos automáticos. Si el drama es malo, si la comedia es insulsa, si la película no dice nada, golpéame con el theremin ruidosamente. Me parecerá que estoy respondiendo a la obra.  En realidad respondo con reacciones táctiles a las vibraciones. No interesa. Quiero entretenimientos sólidos."

"Somos los Muchachos Felices, el Conjunto del Buen Humor, tú y yo, y todos los otros. Somos un dique contra esa pequeña marea que quiere entristecer el mundo con un conflicto de pensamientos y teorías. Sostenemos el dique con nuestras manos. No lo sueltes. No dejes que un torrente de melancolía y filosofía lóbrega invada el universo".

"Mi tío dice que los arquitectos suprimieron los porches con la excusa de que no quedaban bien. Pero la verdadera razón, la razón oculta, era otra. No querían que la gente se pasase las horas sin hacer nada, ésa no era la verdadera vida social. La gente hablaba demasiado. Y tenía tiempo de pensar. Así que suprimieron los porches. Y los jardines también."   

"Quizá los libros nos saquen un poco de esta oscuridad. Quizá eviten que cometamos los mismos condenados y disparatados errores".

"Quemamos la página tercera con la segunda, y así sucesivamente, en una cadena de humo, capítulo por capítulo, todas las tonterías encerradas en estas palabras, todas las falsas promesas, las nociones de segunda mano, y las filosofías gastadas por el tiempo."

"Tenemos lo necesario para ser felices y no lo somos. Algo falta. Busqué en mi alrededor. Solo conozco una cosa que haya desaparecido: los libros que quemé durante diez o doce años".

"Los libros eran solo un receptáculo donde guardábamos algo que temíamos olvidar. No hay nada de mágico en ellos, de ningún modo. La magia reside solamente en aquello que los libros dicen; en cómo se cosen los harapos del universo para darnos una nueva vestidura". 

"Este es un tiempo en que las flores crecen a costa de otras flores, en vez de vivir de la lluvia y la tierra".

"Cuando no conducen a ciento cincuenta kilómetros por hora, y entonces no se puede pensar en otra cosa que en el peligro, se entretienen con algún juego, o en una sala donde no es posible discutir con el televisor de cuatro paredes. ¿Por qué? El televisor es real. Es algo inmediato, tiene dimensiones. Le dice a uno qué debe pensar, y de un modo contundente. Debe tener razón. Parece tener razón. Lo arrastra a uno con tanta rapidez a sus propias conclusiones que no hay tiempo de protestar, o decir: "¡Que tontería!""

"Cuando no hay nada que perder, se puede correr cualquier riesgo"

"Los libros nos recuerdan que somos unos asnos y unos tontos. Son la guardia pretoriana del césar, que murmura mientras los desfiles pasan ruidosamente por la avenida: "Recuerda, Cesar, que eres mortal"."

"Las cosas que usted busca, Montag, están en el mundo; pero el noventa y nueve por ciento de los hombres sólo puede verlas en los libros. No pida garantías. Y no busque la salvación en una sola cosa: persona, maquina o biblioteca. Ayúdese a si mismo, y si se ahoga, muera sabiendo por lo menos que estaba acercándose a la orilla". 

"En el silencio, quizá alguien oiga nuestro murmullo".

"Mi cobardía es una pasión tan intensa, y complemento del espíritu revolucionario que vive a su sombra".

"Nada de regaños y sermones. Hasta hace poco tiempo era usted uno de ellos. Creen que así seguirán por siempre. Pero no seguirán. No saben que todo esto es sólo un enorme y ardiente meteoro que ilumina en el espacio, pero que algún día tiene que chocar. Sólo ven la luz, el fuego, como usted antes."

"Aún en el más rematado de los tontos, hay algo de sabiduría"

 "Te parecía terrible que yo usara tus libros para rebatir todos los puntos, todos los argumentos. ¡Que traicioneros pueden ser los libros! Creías que te apoyaban, y se volvían contra ti. Otros podían usarlos también, y ahí estabas tu, perdido en medio del páramo, en una gran ciénaga de sustantivos, verbos y adjetivos".

"Pero recuerde que el capitán pertenece al grupo de los más peligrosos enemigos de la verdad y la libertad, el sólido y terco rebaño de la mayoría. Oh, Dios, la terrible tiranía de la mayoría." 

"Como tratar de apagar el fuego con pistolas de agua, qué disparate, que insensatez".

"El viejo Montag quería volar cerca del sol y ahora que se le han quemado las malditas alas, se pregunta por qué".

"¿Que tiene el fuego que nos parece tan hermoso? No importa qué edad tengamos. Siempre nos atrae."

"Dale a un hombre unas pocas líneas de poesía, y se creerá dueño de la Creación. Creerá que puede marchar sobre el agua con sus libros."

"La otra noche todo era magnífico, y de pronto supe que me estaba ahogando. ¿Cuantas veces puede hundirse un hombre antes de morir?"

"Esto era todo lo que deseaba ahora. Una señal que le dijese que el mundo inmenso lo aceptaba y le dejaba tiempo para pensar en todas las cosas que debía pensar."

"Un fuego extraño pues significaba para él algo nuevo y distinto. No quemaba, calentaba."

"Mejor guardar los libros en las viejas cabezotas, donde nadie puede verlos o sospechar su existencia. Somos trozos de fragmentos de historia, y literatura, y derecho internacional, y Byron, Tom Paine, Maquiavelo o Cristo."

"No debíamos olvidar lo más importante: no éramos importantes. Debíamos evitar toda pedantería. No debíamos sentirnos superiores a nadie en el mundo. No eramos más que cubiertas protectoras de libros."

"Pero eso es lo maravilloso en el hombre; nunca se descorazona o disgusta tanto como para no empezar de nuevo".  

"Unos pocos mentecatos con versos en la cabeza no pueden hacer daño a la gente de la ciudad. Ellos lo saben y nosotros también. Todo el mundo lo sabe. Mientras a la mayoría de la población no se le ocurra empezar a citar la Constitución y la Carta Magna, todo andará bien."

"Y cuando murió comprendí que no lloraba por él, sino por todas las cosas que hacía. Lloraba porque nunca volvería a hacerlas. Nunca volvería a labrar un trozo de madera, ni nos ayudaría a críar palomas y pichones en el patio, ni tocaría el violín de aquel modo, ni nos contaría chistes. Era parte de nosotros, y, cuando murío, todos los actos se detuvieron, y nadie podía reemplazarlo. Era un individuo. Era un hombre importante. Nunca pensé en su muerte. Si en cambio en todos los objetos labrados que nunca nacieron a causa de su muerte. Cuántas bromas faltan ahora en el mundo, cuántas palomas que sus manos nunca tocaron. Mi abuelo modelaba el mundo. Hacía cosas en el mundo. Con su muerte el mundo perdió diez millones de actos hermosos."

"Montag se volvió y echó una mirada a la ciudad. 
¿Que le diste a la ciudad, Montag?
Cenizas
¿Que le dieron los otros?
Nada."

"Todos deben dejar algo al morir, decía mi abuelo. Un niño o un libro o un cuadro o una casa o una pared o un par de zapatos. O un jardín. Algo que las manos de uno hayan tocado de algún modo. El alma tendrá entonces a donde ir el día de la muerte, y cuando la gente mire ese árbol o esa flor, allí estará uno."

"No importa lo que se haga, decía, mientras uno cambie las cosas. Así, después de tocarlas, quedará en ellas algo de uno." 

" `Odio a un romano llamado Status Quo´ me decía. `Llénate los ojos de asombro, vive como si fueses a morir en los próximos diez segundos. Observa el universo. Es más fantástico que cualquier sueño constuido o pagado en una fabrica´".

"No pidas garantías, no pidas seguridad, nunca hubo un animal semejante. Y si alguna vez lo hubo, debe de ser pariente del perezoso, que se pasa los días cabeza abajo, colgado de una rama, durmiendo toda la vida. Al diablo con eso -exclamo Granger-. Sacuda el árbol, y que el perezoso se caiga de cabeza."

"Pero recuerden que cuando teníamos los libros a mano, hace mucho tiempo, no utilizábamos lo que ellos nos daban. Continuamos con nuestros insultos a los muertos. Continuamos escupiendo sobre las tumbas de todos los desgraciados que murieron antes que nosotros. Encontraremos a muchos solitarios la semana próxima, y el mes próximo, y el año próximo. Y cuanto esta gente nos pregunte qué hacemos, podemos responder: recordamos".

"Para todas las cosas hay un tiempo de sazón. Si. Tiempo de destruir y tiempo de edificar. Si. Tiempo de callar y tiempo de hablar." 

"Y del otro lado del río se alzaba el árbol de la vida con doce clases de frutos, y daba sus frutos todos los meses. Y las hojas del árbol eran la salud de las naciones".

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