martes, 28 de junio de 2016

Arturo Illia, reflexiones un gobierno derrocado


A raíz de cumplirse un nuevo aniversario del derrocamiento del presidente Arturo Illia, quiero aprovechar para escribir algunas reflexiones sobre su gobierno. No se trata simplemente de un raconto de los hechos y medidas tomadas en su gestión, que ya fueron reproducidas incontablemente por los medios masivos de comunicación a lo largo de la jornada, sino de compartir ciertas conclusiones que me deja ese período histórico, pensadas a la distancia. 

1) Illia fue lo que debe ser todo gobierno. Esto, que parece tautológico, no lo es tanto cuando pensamos el devenir histórico de la Argentina. En la enorme inestabilidad política que marcó a fuego esos años duros para la democracia nacional, podemos decir que existió un presidente en cuya gestión se logró reducir a cero la distancia entre el ser y el deber ser. 

Desde mi perspectiva, un gobierno debe existir para lograr materializar en el plano de la realidad los derechos reconocidos por la parte dogmática de la Constitución Nacional. Que los ciudadanos puedan trabajar en armonía con sus derechos laborales, que puedan ejercer la industria, pregonar libremente sus ideas, profesar libremente su religión, que pueda asociarse libremente con otros en pos de objetivos que los trasciendan y que individualmente no puedan conseguir, que se respeten todas las garantías ante la acusación de la comisión de un delito, etc. Y justamente, si algo caracterizó al gobierno de Illia fue el andar de una economía pujante, con respeto a las libertades políticas y a la libertad de expresión sin censura. Entre 1963 y 1966 se logró tener un gobierno que estuviera presente pero sin ser avasallante, que defendiera los intereses del país pero sin caer en la demagogia*. 

2) Arturo Illia como representación de un político. La figura de Illia no encuadra en lo que los dirigentes políticos más exitosos de nuestro país son hoy en día. Pero sobre todo, es la contracara más fuerte de lo que fue Juan Domingo Perón. Si Perón se erigió a si mismo con un líder de masas, en base a un fuerte carisma, y ejerció su gobierno avasallando las libertades públicas, Arturo Illia era lo contrario, un dirigente político austero, que no "conducía" desde el carisma discursivo, y cuyo gobierno fue un oasis para las libertades individuales. Asimismo, al fallecer, el general dejó una fortuna mientrás que el médico le habían dado una casa para vivir sus últimos días. 

Curiosamente, hoy en día, al analizar el perfil de los dirigentes políticos, creo que la mayoría busca parecerse más a Perón que a Illia. Esto se expone cuando vemos los discursos con pretensión de emotividad en los caen las mayorías de ellos. Claramente todos pretenden ser "líder de masas" y, hoy por hoy, ninguno lo es. El resultado termina siendo una imagen triste y patética. Apelan más a las formas, que al fondo. Nadie intenta dar una imagen de político austero, humanista y demócrata. Cuanto mucho, nos encontramos con un discurso antipolítico que tampoco se representa en lo fue Don Arturo.   

Argentina es un país caudillista. Así nació -con todas las dificultades que eso implica- y así vivió y sigue viviendo. Su vida política estuvo marcada por los grandes liderazgos, por la hegemonía de gobiernos que terminaron siendo unipersonales. Desde Rosas a Cristina Fernandez, de Perón a Menem. Diera la sensación de que nuestra sociedad necesita un líder al que subyugarse, de pasar de mesías en mesías con la esperanza de que ese sujeto salve a la nación y a sus ciudadanos. Como dijo alguna vez Carlos Nino**, refiriéndose a las ideas de Juan Bautista Alberdi, el Presidente es democrático en su origen y monárquico en su ejercicio. En este contexto político, institucional y social, es difícil que emerjan y concluyan gobiernos de dirigentes políticos como el de Arturo Illia. 

"Su período fue un oasis para los derechos individuales. No hubo estado de sitio ni censura de ninguna clase, la libertad de expresión fue total, al igual que la libertad de asociación y la acción de los partidos políticos. El propio peronismo fue rehabilitado... Había libertad para todo y para todos, y pocos lo comprendían. La nostalgia vendría después". La Republica Perdida

3)El derrocamiento como símbolo de una tragedia. Finalmente, para quienes consideramos al Gobierno de Arturo Illia como el mejor gobierno de nuestra historia, no podemos dejar de considerar la significación que, por lógica, implica su derrocamiento. Claramente los militares no iban a dejar que prospere un gobierno que tomó algunas posturas contrarias a las multinacionales que operaban en el país y a los intereses norteamericanos. Tampoco los peronistas -y especialmente Perón- iban a permitir que concluyera un gobierno no peronista con todo éxito. Y si a eso le agregamos que el gobierno estaba viciado en su origen por la proscripción de un partido que, al margen de las consideraciones personales, era representativo de un sector importante de la sociedad, el resultado final era inevitable. 
Quino, sobre el derrocamiento de Arturo Illia.
Sin embargo, eso no quita lo trágico de saber que un proyecto político que estaba poniendo en marcha al país económica, política y socialmente, fuera derrocado en pos de intereses personales. Porque el mensaje que se baja a la ciudadanía es que, en nuestro país, un gobierno que sea lo que debe ser un gobierno -citando la primera de las reflexiones- es inviable. Ojalá la historia demuestre que esta premisa final es falsa pero, a 40 años del golpe nefastamente denominado "Revolución Argentina", parece no ser así.

"Onganía es un hombre patriótico, bien intencionado y honesto. Simpatizo con el movimiento militar porque el nuevo gobierno puso coto a una situación casi catastrófica. Como Argentino hubiera apoyado a todo hombre que pusiera fin a la corrupción del gobierno Illia" Juan Domingo Perón.*** 

* Refiero a las firmes posturas sostenidas en el Banco Mundial como en el Fondo Monetario Internacional, a la resolución de la ONU en la cuestión malvinas, a la negativa de envía tropas en la invasión impulsada por Estados Unidos a Santo Domingo.  
** Lease "Un país al margen de la ley" de Carlos Nino
*** Entrevista a Juan Domingo Perón, primera plana, 30 de Junio de 1966 http://www.elhistoriador.com.ar/entrevistas/p/peron_primera_plana.php

No hay comentarios:

Publicar un comentario