miércoles, 6 de julio de 2016

La farsa y la tragedia


Karl Marx escribió: "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa". Si bien el filósofo utilizó esa frase para comenzar su explicación sobre el ascenso de Napoleon III -sobrino de Napoleon Bonaparte- al trono imperial francés, bien puede proyectarse tal afirmación a todos los ordenes de la historia.
Nuestro país no es una excepción a la regla, y esta agudisima observación realizada por quien fuera el pensador más influyente en el devenir histórico del S.XX bien puede encuadrar en nuestra historia nacional. Y no solo nuestra historia, sino también nuestro presente.

Hoy en día somos testigos de como ese binomio formado por los términos "farsa" y "tragedia" se desarrollan delante de nuestros ojos, en un espectáculo tan dantesco como caricaturesco. Si el peronismo fue la tragedia, el kirchnerimos y su relato es la farsa; y si la resistencia peronista fue tragedia, la "resistencia con aguante" es una farsa. Y así es como nos topamos con un personaje como Guillermo Moreno, quién declaró en estos días que no provoquen a los ex funcionarios porque "no todos los peronistas tenemos las manos atadas". Una vez más, las palabras que Marx escribió en su Brumario XVIII vuelven a hacerse carne viva. Al leer las declaraciones del ex secretario de comercio no puedo evitar recordar las palabras de Perón sobre como ganaron las calles con el sindicato de los madereros. Une vez más, como una luz que refulge en la oscuridad, se revelaban ante mi la farsa y la tragedia.


"Cuando hablan hay que ganar la calle y mantener la calle. Yo me acuerdo con el sindicato de madereros. Hicimos preparar 300 garrotes así grandes, gruesos así, con un clavo en la punta y dije: "bueno muchachos, hoy ganamos la calle". Esa tarde dimos la orden, salimos 500… con 500 hombres, recorrimos Florida, rompimos todas las cabezas que encontramos y todas las vidrieras y todo, y al día siguiente éramos dueños de la calle." Juan Domingo Perón

Algunos otros pretenden evocar el 2001. Si bien es cierto que la situación económica es complicada para muchos sectores de la sociedad, no menos cierto es que lejos estamos de aquellas jornadas verdaderamente dramáticas para todos los argentinos. El binomio conceptual emerge una vez más.

Creo que, dicho esto como reflexión, puede decirse que todos los actores de la política y la sociedad en general buscan legitimar su campo de acción a través de hechos y personas del pasado que valoran positivamente. Esa necesidad de emular a sus héroes, y sus gestas, los lleva a caricaturizarse de forma tal que, sin pretenderlo, terminan siendo un esbozo bastante triste, y casi patético, de un pasado al que se aferran pero ya se fue. En vez de eso, ideal sería que buscaran construir su imagen en base a su propia impronta, a que se los valore por sus actuaciones y sus argumentos, porque la historia es dinámica, y va cambiando, tal que como Heráclito "nadie cruza el mismo río dos veces".

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