domingo, 26 de marzo de 2017

Moby Dick o La Ballena Blanca.


"Constituye algo muy triste, quizá horroroso, denunciar el naufragio de la valentía de un alma." 


"La nobleza inmaculada que sentimos en la profundidad de nuestro ser permanece intacta aun cuando sus caracteres externos parezcan haber desaparecido, y sangra angustiosamente ante el espectáculo del hombre cuya valentía ha hecho quiebra". 

"La alegría pertenece a aquel cuyo robustos brazos le sostiene aún cuando el navío de este pobre mundo se ha hundido bajo sus pies"

"Lo que sucede es que, por lo general, cuando se tiene la sospecha de que algo no marcha bien y se encuentra uno aprisionado en el engranaje, se acaba instintivamente por camuflar las propias inquietudes."

"Con lo que parecía querer indicar que el valor más útil y digno de confianza es aquel que nace de una estimación lúcida del peligro, igual que un hombre que no conoce el miedo es un compañero más peligroso que un cobarde"

"Fíjate que todos los objetos visibles no son más que maniquíes de cartón. Pero en cada acontecimiento, en el acto vivo, detrás del hecho incontestable, aparece siempre algo desconocido que tiene sus razones a pesar del maniquí, el cual por su parte no razona ni argumenta. Si el hombre quiere golpear, que lo haga a través del maniquí. ¿De que otro modo conseguiría evadirse el prisionero y alcanzar el aire sin atravesar la muralla?"

"El camino de mi resolución tiene carriles de hierro y mi alma corre por ellos con pesadas ruedas. Por encima de los insondables abismos, a través del árido corazón de las montañas y por debajo de los lechos de los torrentes, avanzo resueltamente, sin la menor vacilación, sin la menor intención de detenerme. ¡Ni barreras ni obstáculos podrán frenar mi acometida!

"Lo que sucede es que la locura humana se convierte muy a menudo en algo sumamente astuto y ladino. Cuando se cree que ha desaparecido, continúa agazapada y metamorfoseada en una forma más sutil".

"Si se nos permite servirnos de una imagen algo disparatada, podríamos decir que su singular demencia se disponía al asalto de su lucidez total, concentrando sus bocas de fuego sobre su propio y loco objetivo".

"Y es que de poco sirve iluminar las profundidades cuando todas las verdades son profundas. Nos encontramos con nuestro cuerpo en pie y ante el sol, como sintiéndonos en un palacio llenos de maravillas, pero piensen ustedes, los que buscan la simple verdad, en la necesidad de descender hasta los cimientos, peldaño a peldaño."

"Cuando el hombre asume la idea de que el universo entero no es más que una broma, algunos de los momentos de este extraño asunto que llamamos vida pueden llegar a parecerle extraordinariamente grotescos."

"Es sabido que la cosa más insignificante es susceptible de afectar a un maniático, a la que puede concederle quién sabe que significación"

"¡La vuelta al mundo! En estas palabras se encierra todo un universo de sugerencias, capaz de inspirar los más concretos sentimientos de orgullo"

"¿Que podía esperarse de la persecución de tan lejanos misterios y de la tortuosa caza del diabólico fantasma blanco, que tarde o temprano se presenta frente a todos los corazones humanos? Era muy posible que, mientras íbamos en busca de todas estas cosas alrededor de la esfera terrestre, ellas mismas se encaminaran a nuestro encuentro para llevarnos hacia los más intrincados y estériles laberintos, si es que no nos hacían naufragar en el camino."

"Ningún otro poder ajeno al suyo propio le impone sus decretos. Ya sea jadeante o rugiendo, como enloquecido corcel de guerra que ha perdido a su caballero, el océano sin amo ni control conocido invade el globo"

"Ustedes son tiburones, sin duda; pero si dominan al tiburón que hay en ustedes, entonces serán ángeles. Porque los ángeles no son otra cosa que tiburones dominados"

"¡Hombre! Admírala y procura parecerte a la ballena. Es decir, conserva el calor en las bajas temperaturas y aprende sobre todo a vivir en un mundo diferente al tuyo, si las circunstancias te obligan a ello. Procura sentirte fresco en el Ecuador y que en el Polo tu sangre continúe conservándose líquida. Dicho de otro modo, al igual que la cúpula de San Pedro en Roma y que la ballena, conserva en todo tiempo tu irremplazable y vitalizador calor personal."

"Tu llegaste donde ninguna campana ni escafandra ha llegado nunca, dormiste al lado de los marineros cuyas madres hubieran dado su vida por acostarse en tu lugar. Tú has visto a los amantes enlazados tal como saltaron del barco en llamas, hundiéndose en las jubilosas aguas, corazón con corazón, fieles el uno al otro cuando hasta el cielo les traicionaba."

"¡La naturaleza y el alma del hombre! ¡No hay palabras para expresar de que manera están encadenadas la una a la otra! Lo cierto es que no existe ni un sólo átomo vivo en la materia que no tenga su astuta réplica e imagen en el espíritu"

"El océano insondable en el que te afanas, querido Queequéq, no es otra cosa que la vida misma. Los tiburones, tus enemigos, y esas palas balleneras, tus amigos... ¡Pero tiburones y palas te ponen en un mismo y gran peligro!"

"Del mismo modo que si se iza la cabeza de Locke se inclina uno hacia ella, y si después se iza por otro lado la de Kant, se encuentra de nuevo el equilibrio, así ciertos espíritus se hallan siempre ocupados en mantener el equilibrio de su nave. ¡Que estúpidos ¡Mas nos valdría tirar esas cabezas por la borda y después flotar pero más ligeros!"

"Pensemos, ¿cuántos nos habrán caído de la misma manera en la cabeza de miel de Platón, pereciendo dulcemente en ella?"

"En este mundo he conocido a pocos seres verdaderamente provistos de vida interior que tuvieran algo que decir, a menos que se vieran en la obligación de balbucir alguna cosa para ganarse de tal modo su existencia".

"Mis queridos amigos, en este mundo no resulta ciertamente fácil decidirse sobre las cosas más simples. A mí al menos, siempre me ha parecido que lo sencillo resulta ser lo más complicado."

"Y es que la verdadera fuerza no estorba nunca a la belleza y la armonía. Más bien ocurre lo contrario, muchas veces las suscita y la inspira".

"Por lo demás, ¿qué son también los derechos y la libertad del hombre, sino peces perdidos? ¿Y las ideas de los hombres? ¿Y los pensamientos de los filósofos para los plagiadores hinchados de vanidad? ¿Qué es el mismo globo terráqueo, más que un pez perdido, a la vez que un pez atrapado?"

"Con estas palabras, Stubb debía querer sugerir sin duda que, aun cuando el hombre ama a sus semejantes, no deja de ser en el fondo un animal hecho para ganar dinero, y que esta inclinación puede ser a veces un obstáculo para su natural bondad."

"Pero la espantosa soledad resulta intolerable. La intensa concentración en si mismo, en medio de tan terrible situación, ¿quién podría describirla adecuadamente?"

"Como por una cruel ironía, el mar había despreciado su cuerpo mortal, engullendo tan sólo la inmortalidad de su alma, aunque sin ahogarla por completo. Era como si se la hubiese llevado a las maravillosas profundidades. Ante sus pasivos ojos, se deslizaban las extrañas formas de un mundo primigenio. La sabiduría, esa avara sirena, le revelaba los tesoros que había acumulado en las alegres inmensidades del conocimiento. Pip veía multitud de insectos de coral, así como dioses omnipresentes que, desde el firmamento de las aguas, levantaban el colosal árbol del universo. Veía el pie de Dios colocado sobre el pedal del telar del mundo."

"Asi pues, la demencia del hombre es la cordura del cielo y, al alejarse de todo pensamiento humano, el hombre alcanza por fin el pensamiento divino que, a la luz de la razón, es algo absurdo y frenético. A esto se debe indudablemente que infelicidad y dicha sean cosas tan incomprendidas por Dios."

"Sin embargo, el sol no puede ocultar los pantanos de Virginia, la maldita Campagna de Roma, el extenso desierto del Sahara, ni los miles de millas de desolación que se esparcen bajo la luna a nuestros pies. El sol no oculta tampoco al océano, que es precisamente la parte más oscura de la tierra. Por lo tanto, el mortal que se siente más alegre que triste, podríamos decir que es un ser que no ha alcanzado una determinada madures de desarrollo. Y lo mismo podría decirse en lo que se refiere a los libros. El más verdadero de los hombres es el Hombre de los Dolores y el más sincero de los libros el de Salomón. El Eclesiastés es el acero forjado del dolor. "Todo es vanidad". TODO. Este mundo testarudo no ha comprendido aún la sabiduría de Salomón, el no cristiano. El que huye de los hospitales y las cárceles, el que aprieta el paso al atravesar los cementerios, el que prefiere hablar de la ópera mejor que del infierno, y que llama pobres diablos y enfermos a Cowper, Young, Pascal o Rousseau, así como el que en el trascurso de una vida despreocupada jura por Rabelais en nombre de la mejor sabiduría y coloca por consiguiente a la alegría por encima de todo..., ninguno de todos estos seres puede decirse que sea digno de sentarse sobre las tumbas y abrir la tierra húmeda y verde al mismo tiempo que el impenetrable y maravilloso Salomón.
   El propio Salomón fue quien dijo precisamente "El hombre que se aleja del camino de la comprensión, aun estando vivo es como si se encontrara entre los muertos". No te entregues, pues, al fuego, ya que podrías volverte al revés y convertirte en un ser insensible, tal como me ocurrió a mi por unos instantes. Existe sin duda una sabiduría que estriba en la infelicidad, pero cierta infelicidad puede llevar también a la locura".

"¡Es como la vida misma! Cuando apenas si hemos acabado nuestras labores, cuando apenas creemos haber asegurado nuestro porvenir, cuando apenas nos creemos que hemos aprendido a vivir, surge el grito que nos obliga a reemprender de nuevo la lucha. ¡Oh, la metempsicosis! ¡Oh, Pitágoras! ¡Tú, que has muerto en la luminosa Grecia hace dos mil años, colmado por la bondad, la sabiduría y la dulzura! Yo he bogado, he luchado, he vivido contigo a todo lo largo de la costa del Perú durante mi último viaje y necio como soy, te he enseñado, simple bisoño, cómo anudar un cabo."

"Lo mismo que en todas las cosas altas y grandes, en las cimas de las montañas y en lo alto de las torres existe siempre algo egoísta. Miren, si no, esos tres picos, tan altivos como el mismo Lucifer. La firme torre es Ahab, y lo es también el volcán y la indomable y victoriosa ave, mientras que la redonda moneda de oro no es más que la imagen del globo que, como si se tratara de un mágico espejo, sólo refleja para cada hombre su propio y misterioso yo. En el fondo, tan sólo existen los pequeños beneficios como compensación de las grandes fatigas. En esto consiste toda explicación. Aunque por lo demás el mundo nunca acierta a explicarse..."

"¡De tempestad en tempestad! Después de todo, nacido del dolor, es justo que el hombre viva en la desdicha y muera en la angustia. ¡Así sea! De hecho, el hombre constituye un material muy propicio para ser trabajado por el calor... ¡Que así sea!"

"Los pensamientos siempre los tenemos que poner nosotros"

"¿Se llama a esto cordura o tontería? No lo sé, porque si es verdaderamente cuerdo, parece muy tonto y, si es tonto, no puede negarse que tiene cierto aire de cordura."

"En cualquier caso, voy a alejarme de Pip. Me es posible soportar a todo el mundo, pero él me resulta demasiado cuerdo y loco a un mismo tiempo para mi cordura."

"Al igual que el murmullo del telar del mundo, los pensamientos sutiles también pueden ser oídos desde lejos."

"Era como si la vida envolviera a la muerte y ésta tejiera al mismo tiempo la vida. El dios adusto se unía a la vida, engendrando unas glorias de rizados cabellos."

"De todo lo cuál podríamos deducir que hasta la más grande de las cosas vivientes puede acabar en un inocente y simple juego de niños."

"Del mismo modo que las más venenosa serpiente perpetúa el poder de su especie tan infaliblemente como el más dulce cantor de los bosques, las desdichas engendran también nuevas desdichas."

"Las mayores dichas de este mundo, pensaba Ahab, ocultan siempre una vanidad insignificante, si bien en el fondo de todos los dolores espirituales existe un signo místico, y en algunos hombres una grandeza angélica. Nada de lo que pueda observarse bajo el cielo desmiente en el fondo esta evidencia. Si nos remontamos hasta los vestigios de las genealogías de las mayores miserias humanas, siempre encontramos al final la paternidad primordial de los dioses. Ante los alegres soles de la siega o ante las lunas redondas de la vendimia, que son como suaves címalos, nos vemos efectivamente obligados a rendirnos ante lo evidente. Ni siquiera los dioses están eternamente contentos. El imborrable signo de tristeza que desde su nacimiento se encuentra impreso en la frente de los hombres no es más que el sello de la tristeza de sus creadores."

"Siéntate como un sultán entre las lunas de Saturno y considera al hombre en su más alta abstracción: en su soledad. Parece a un mismo tiempo una maravilla, una grandeza y una desdicha. Pero toma desde un mismo punto de vista a toda la humanidad en masa y, en su mayor parte te parecerá un amasijo de repeticiones inútiles en el tiempo y el espacio."

"¿No sientes palpitar aquí la vida? Aquí, exactamente. En el mismo sitio que yo la siento... Esto es un enigma."

"En los momentos en que te encuentras solo contigo mismo, ¿no has sentido miedo alguna vez por las indiscreciones de Dios?"

"Y es que cuanto se encuentra de auténticamente maravilloso en el hombre no ha sido traducido nunca en palabras ni mencionado en los libros. Por eso la proximidad de la muerte, que lo nivela todo, produce la misma impresión en todos nosotros, como si se tratara de una última revelación, que sólo un autor que hubiese vuelto de la morada de los muertos podría describir adecuadamente."

"La opinión de Queequeg era la de que, si un hombre se decidía vivir, una simple enfermedad no podía matarlo; en realidad, no podía matarlo nada, salvo un cachalote, una tempestad o algún otro violento poder destructor, en fin, alguna fuerza cósmica e irracional de este tipo."

"Millones de sombras y de tinieblas mezcladas, sueños ahogados, fantasmas y todo lo que llamamos vida o muerte, se encuentran allí soñando sin cesar, volviéndose y revolviéndose continuamente, como los que duermen mal en sus lechos, agitados por la fiebre.".

"La muerte parece ser siempre el único fin razonable para una vida así, pero lo cierto es que la muerte no es más que un salto a la extraña región de lo desconocido. No es más que un salto a la extraña lejanía, en el solitario e inmenso mar sin orillas. Por eso, para los hombres que suspiran después de la muerte, pero que no pueden ni quieren suicidarse, el océano ofrece, como participante y eterno acogedor, los seductores e inimaginables terrores de su llanura.
  Desde el corazón de los pacíficos infinitos, les a cantan a estos seres la mil sirenas:
-¡Vengan aquí con sus corazones destrozados! Aquí podrán vivir una muerte intermedia. Aquí podrán conquistar, sin necesidad de morir, las más sobrenaturales maravillas. ¡Vengan! Sepúltate en una vida que para el mundo de la tierra, aborrecedor y aborrecible, es más olvidadiza que la muerte. ¡Levanten la piedra  de su tumba en el cementerio y vengan aquí para casarse conmigo!"

"Pero los hilos mezclados de la vida van tejiéndose en la urdimbre y la trama. La calma se mezcla con la tempestad, correspondiéndose entre si. En esta vida no existe fundamentalmente un progreso regular que no acabe por dar un paso atrás. No avanzamos paso alguno hasta detenernos, sino a través del hechizo inconsciente de la tierna niñez, de la fe irreflexiva de la infancia, de las dudas de la adolescencia, del escepticismo y de la incredulidad, hasta llegar al reposo meditativo de la madurez. No obstante, cuando el camino termina, lo empezamos de nuevo y volvemos a ser niños, después muchachos, hombres... y volvemos a conocer los eternos dolores. ¿Dónde se encuentra entonces el puerto definitivo del cual ya no volveremos a levar el ancla para partir una vez más? ¿Cuándo bogará el mundo por el piélago encantado en el que hasta los más fatigados no se cansarán jamas? ¿En dónde se encuentra además el padre del hijo abandonado? Nuestras almas son en efecto como los huérfanos de las madres solteras que mueren durante el parto: el secreto de nuestra paternidad queda en sus tumbas, siendo allí donde tenemos que ir si queremos conocerlos."

"¡Que la fe destierre a la realidad! ¡Que la imaginación destierre a la memoria! ¡A mi me basta con mirar a las profundidades para creer!"

"En este vida suele suceder que, aun a pesar de nuestro cansancio y en el momento en que la fortuna pasa junto a nosotros, recojamos un poco de fresca brisa que hinche alegremente nuestras velas."

"Los colmillos más crueles se alimentan en los climas más cálidos"

"Los cielos más refulgentes ocultan igualmente los rayos más temibles"

"¡Tan sólo los cobardes arrían las velas de sus deseos durante la tempestad!"

"Y recuerda que la muerte es una pared ciega donde se estrellan al final todas las cabezas pensantes"

"Entre dos idiotas, siempre lo es más el que riñe al otro"

"Ningún corazón puede vivir en el hielo"

"¡Miren ustedes, que creen en un Dios todo bondad y en el hombre como representante del espíritu del mal! ¡Miren bien! Los dioses todopoderosos olvidan los sufrimientos del hombre, pero el hombre, por muy idiota que sea y aun no sabiendo lo que hace, resulta que rebosa de amor y agradecimiento"

"¡Cuán inmateriales son todas las cosas materiales! Porque, después de todo, ¿que hay de verdad fuera de los pensamientos imponderables?"

"He llegado tan lejos por el lado sombrío de este mundo que la otra parte, la que teóricamente tendría que estar iluminada, tan sólo me parece un crepúsculo incierto"

"La fatiga y la negra esclavitud de una libertad solitaria"

"¿Que dios, o que terrible rey sin conciencia, me ordena que, a pesar de los naturales deseos de amor, continúe sintiéndome empujado y arrastrado a hacer lo que mi corazón no puede ni siquiera concebir?"

"Es así como se condensa y acumula a veces en los grandes corazones, durante un instante, la suma de los pequeños sufrimientos esparcidos sobre las vidas de los hombres más débiles. Y aunque entonces cada sufrimiento sea ligero en si mismo, si los dioses lo decretan de este modo, se experimenta por unos momentos todo un siglo de intenso dolor, ya que las almas nobles contienen el conjunto de todas las almas inferiores"

"Para pensar se necesita audacia y sólo Dios parece tener este privilegio. El pensar es, o debiera ser, reflexión y serenidad, pero nuestros corazones laten demasiado rápido para ello. Sin embargo, he sentido a veces que mi corazón estaba completamente tranquilo, incluso helado."

"Hoy es el tercer día de caza y, cuando una persecución dura tres días seguidos, puede decirse que el primero es la mañana, el segundo es la tarde, y el tercero la noche, a cuyo final..."

"¿Es que me va a negar hasta la vanidad más modesta que se permite incluso a los más humildes capitanes que naufragan? ¡Una muerte solitaria para una vida solitaria! ¡Después de todo es perfecto!"

"Era como si Satanás no hubiera querido hundirse en los infiernos sin haber arrancado antes del cielo un pedazo de vida".

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